Ya sea que esté planeando viajar por negocios o por placer, hay algunas consideraciones importantes que lo ayudarán a prepararse para un viaje seguro y exitoso.
Llévela con usted en su teléfono y en su billetera para asegurarse de que sea fácil de encontrar. Incluya a su médico que trata su AEH y al contacto de emergencia.
Asegúrese que lleve su medicamento para el AEH siempre con usted y de fácil acceso en su bolso de mano. Nunca registre su medicamento en su maleta, ya que podría perderse, retrasarse o dañarse.
Aunque la TSA rara vez lo solicita, se recomienda llevar consigo una carta del médico que le autorice a llevar su medicamento para el AEH a bordo de su vuelo. También, es una buena idea tener a mano una receta por escrito por su médico para su terapia de AEH.
Consulte con un defensor de AEH para obtener información sobre las opciones de atención médica en su destino y a lo largo de su ruta. Los defensores de AEH pueden ayudarlo con una recomendación a un médico con conocimientos de AEH o con un hospital del área donde podría recibir tratamiento si fuera necesario.
Asegúrese de tener suficiente medicación para el AEH disponible para su viaje, y por un tiempo breve después de su regreso.
Los ataques de AEH pueden desencadenarse por estrés. Seguir estos pasos para planificar con anticipación lo ayudará a sentirse en control y más relajado cuando llegue el momento de viajar.
La HAEA ofrece asistencia financiera para las personas con AEH que la necesitan. El objetivo del Fondo de Compasión Chris Whalen HAEA es garantizar que las limitaciones financieras no sean una barrera para la atención de expertos.
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